España es un país que importa una gran cantidad de materiales para poder seguir creciendo y es que, en una economía tan globalizada, es de vital importancia que las relaciones comerciales fluyan en todo el mundo y, por supuesto en todos los sentidos. En nuestro caso, en el caso de nuestro país, esto es así y no solo importamos bienes, sino que también tenemos una gran fortaleza industrial que nos permite exportar una gran cantidad de productos. Un hecho que hace que la balanza entre importaciones y exportaciones se equilibre y de la que debemos de estar muy orgullosos. España presume de ser la huerta de Europa, pero, más allá de ser los proveedores de gran cantidad de productos comestibles, también lo somos de otro tipo de bienes más elaborados. Os hablamos por ejemplo de automóviles, pero, sobre todo, del que hoy nos ocupa, de la cerámica. Este es uno de los productos que más producimos y que más vendemos en el extranjero y es que nuestros maestros artesanos, así como las empresas para las que trabajan, llevan años haciendo un gran esfuerzo para que este producto se conozca más allá de nuestras fronteras.
La cerámica es uno de los productos españoles más codiciados en el extranjero y es que, aunque en España también conocemos sus propiedades y sus usos, los foráneos son los que más optan por comprar este tipo de bienes. Cerámica a mano alzada es una empresa que ha sabido ver su mercado potencial y por ello ha creado una versión online de su tienda, a través de la cual vende sus productos para cualquier parte del mundo. Por suerte, desde hace unos años, ya nadie es ajeno a las ventajas y a las propiedades de la cerámica y es por ello, por lo que se la empieza a reconocer de forma pública. Un reconocimiento que se plasma en «aTempora», una exposición que reúne en Talavera 6.000 años de historia de la cerámica y que cuenta con más de 1.200 obras, de las cuales, 200 han sido restauradas exclusivamente para la cita. Además, a través de estas obras se pueden ver muestras desde la antigüedad hasta nuestros días, por lo que es más que recomendable su visita.
Tal y como os mencionábamos en el título, la cerámica es uno de los materiales más completos que exportamos y, todo ello, aún teniendo en cuenta que las propiedades de estos materiales dependen, en gran medida, de su composición. No obstante, de forma general comparten las siguientes propiedades:
- Estructura cristalina. Sin embargo, cabe reseñar que también hay materiales que no poseen esta estructura o cuentan con ella tan solo en ciertos sectores.
- Tienen, en la inmensa mayoría de los casos, una densidad aproximada de 2g/cm3.
- Son muy utilizados en las viviendas ya que se trata de materiales que poseen, entre sus características, de propiedades aislantes de electricidad y de calor.
- Asimismo, tienen un coeficiente de dilatación bajo.
- Por la contra, cuentan con un punto de fusión alto.
- Por lo general, en casi todas las composiciones, son impermeables.
- Nos son combustibles ni se oxidan.
- Son, por norma general, duros, pero frágiles y ligeros al mismo tiempo.
- Son bastante resistentes a la compresión, al desgaste y a la corrosión.
- Cuentan con una gran capacidad para soportar bajas temperaturas sin llegar a deteriorarse.
- Poseen un buen nivel de estabilidad química.
- Requieren cierta porosidad.
¿Cómo se procesa la cerámica?
En función de cual sea el tipo de material que busquemos obtener, el procesamiento de los materiales cerámicos sufrirá diferentes variaciones, sin embargo, llevar a cabo la producción de un material cerámico requiere normalmente que se sigan los siguientes pasos. En primer lugar, debemos de hacer el mezclado y molturación de las materias primas o, lo que es lo mismo, el proceso en el que se homogeniza el tamaño y distribución de las materias. Tras ello, en la conformación, se da forma y consistencia a la masa lograda, de tal forma que se aumenta la densidad de la mezcla y se mejoran sus propiedades mecánicas. El tercer paso sería el moldeo. Se puede llevar a cabo mediante prensado, extrusión o moldeo en barbonita y, en él, lo que se hace es dar forma a la pieza en tres dimensiones. Cuando ya tengamos la forma, pasaríamos al secado y, por último, a la cocción para que ya se quede hecha para siempre la obra cerámica.