Cuando aprieta el calor vivimos situaciones realmente desagradables en las que tenemos que ponernos a cubierto, y tener a mano un buen sistema de aire acondicionado de clase A+ a poder ser, o un ventilador, para no pasar mucho calor. Además, es muy importante estar hidratado para no sufrir lipotermias.
El calor del verano puede ser extremo en algunas provincias, y dado que en muchas ocasiones este tipo de calor tan fuerte suele ir acompañado de calima u polvo en suspensión, tenemos que vigilar el pronóstico del tiempo y hacer planes atendiendo al mismo, ya que la importancia de estar a cubierto y fresco durante estas olas de calor es vital para los más mayores y los más pequeños.
Pero más allá del calor, hay un aspecto de la vida que sucede y que poca gente se para a pesar. Y es porqué hace más calor en las localidades de costa que en las localidades de interior. En el artículo de hoy vamos a hablar de este tema tan interesante e importante, ya que entender el tiempo supone conocer cómo va a comportarse.
La clave está en la humedad
La humedad se define como el agua en forma de vapor que satura el aire ambiental. Este vapor se origina por la evaporación de agua que tiene lugar en las masas de agua (ríos, lagos, océanos, etc) o la que proviene de los seres vivos. Dado su mayor cercanía al mar, las zonas costeras presentan una mayor humedad que aquellas zonas que están en el interior. Esto influye en la sensación térmica, pero no en la temperatura como tal.
La razón es que el cuerpo humano pierde calor con la liberación de sudor a elevada temperatura, que se evapora para extraer calor. Cuando hay más vapor de agua en el ambiente, la capacidad del agua de nuestro sudor para evaporarse baja y el sudor no cumple la función de extracción de calor. Por eso, con la humedad y aunque sudemos igualmente, nuestro cuerpo pierde parte de la capacidad de enfriarse y nuestra sensación térmica es mayor.
La razón de esto es que la superficie de la tierra absorbe el calor de la radiación solar y la libera a la capa más cercana a la superficie. Así, cuanto más lejos esté una capa de aire de la superficie, más fría estará. La excepción a esto, son los fenómenos de inversión térmica.
En las proximidades costeras, el agua de mar absorbe calor de las radiaciones y lo libera muy lentamente, mientras que las rocas también absorben calor y la liberan más rápidamente. Así, se crea una diferencia de temperatura entre zonas de tierra y zonas de agua. Este factor produce los vientos locales llamados brisas marinas. En el día, la tierra está más cálida, de manera que el aire existente sobre ella se eleva y deja paso a aire más fresco que sopla desde el mar, mientras que durante la noche se da el proceso contrario, es decir, el mar está más caliente y el aire en él se eleva, para dejar paso al aire más frío que sopla de la tierra.
Sin embargo, la influencia marina no se reduce solo a la creación de las brisas marinas, sino que durante todo el año sirven como reguladores de la temperatura local. En las épocas en las que se alcanzan mayores temperaturas, como primavera y verano, el mar absorbe grandes cantidades de energía en forma de calor y junto con los mayores niveles de evaporación, la temperatura del aire es menor. Como consecuencia, las temperaturas medias en los territorios más próximos al mar son menores que en el interior, durante las épocas de más calor.
Cuando queremos medir la temperatura de manera exacta tenemos que utilizar herramientas específicas como las cámaras termográficas. Este tipo de cámaras muestran cuál es la temperatura de una superficie mediante diferentes colores. Este tipo de instrumentos los comercializan empresas profesionales especializados en medir temperaturas en diferentes situaciones. Ibertronix es una empresa de ingeniería especializada en la medición de temperatura mediante sistemas termográficos y pirómetros infrarrojos y en la visualización en el interior de hornos, que trabaja con las marcas líderes en el sector para poder ofrecer a sus clientes la solución que más se ajuste a sus necesidades.