Mencionar la palabra vela, puede hacernos pensar en luz. También en barcos. Lo más común es utilizar esta palabra para referirnos a las luminarias de cera que se prenden por la mecha, con la finalidad de iluminar un espacio. Algunas de estas velas, cuentan con propiedades repelentes e, incluso, para muchos, mágicas. Sin embargo no solo lo que da luz es una vela. Podemos encontrar las velas de los barcos, fabricadas con tejidos que permiten que las embarcaciones se muevan por el mar a merced del aire. En una línea similar, al menos en lo que a confección respecta, podemos encontrar lo último en velas: las velas de sombra.
Seguramente todo el mundo las haya visto por la calle, cubriendo alguna terraza de bar o particular. Generando sombra en alguna avenida del pueblo, barrio o ciudad… Sin pararse a pensar que son esas grandes telas colgadas de la farola, el techo o la pared. Pues bien, esas telas que podemos encontrar en diferentes lugares y espacios, se conocen como velas de sombra y, cada vez es más frecuente encontrarlas, en lugar de sombrillas, toldos o similares.
El toldo vela, como gustan en llamarlo, consiste en una lona de tela bonita y ligera, cuya finalidad no es otra que proteger del sol, la lluvia y los chaparrones repentinos. Su mayor peculiaridad puede ser el diseño y color, ya que es posible encontrar infinidad de modelos en base a materiales, formas, colores y posibilidad de colocación. A la hora de elegir la más adecuada en cada caso, hay que tener en cuenta aspectos como el material en el que están fabricadas, el gramaje, la forma y el color o los accesorios de fijación. Factores de los cuales, hablaremos en mayor detalle a continuación.
Lo que debemos considerar para elegir la vela
Este elemento de protección ambiental, se instala en la terraza, jardín o balcón, entre otros lugares, en función de las posibilidades de disposición y el tipo de protección que se desee colocar. Pueden fijarse en los árboles, la pared o unos postes. A la hora de elegir, existe una gran variedad de velas disponible, por lo que lo primero que hay que tener claro es si se busca protección para el sol o también para la lluvia.
Como nos señalan los expertos en la fabricación e instalación de toldos, parasoles o velas de Toldos Clot, este tipo de protección para el aire libre, es permeable, formado por una tela microperforada que permite el paso del aire, pero no el de los rayos UV. Por lo que se trata de un elemento perfecto para protegerse del sol y resisten el viento mejor que los toldos vela impermeables, aunque no protegen de la lluvia. Su objetivo es proporcionar sombra al mobiliario del jardín o el lugar donde se come, por ejemplo, aunque no se recomiendan en lugares en los que suele hacer mucho viento. En la caso, la mejor opción puede ser colocar el toldo vela un poco torcido e inclinado para reducir la resistencia al viento.
Por otro lado, las velas impermeables, se fabrican con una tela de malla muy apretada con efecto repelente al agua, lo que hace que la misma, se deslice por el tejido sin empaparlo. Son ideales para zonas exteriores de la vivienda, pero aun protegiendo tanto del sol, como de la lluvia, no deja pasar el aire como hace la vela permeable. Para evitar que este aspecto produzca un efecto invernadero, hay que sujetarlo a un nivel relativamente alto, dejarlo bien tenso y con una ligera inclinación, de manera que se evite la acumulación de agua cuando llueva.
Los materiales principales para su fabricación son tres, siendo el gramaje lo que determina su calidad: a mayor densidad, mayor solidez. El rango de gramaje suele ir desde los ciento cincuenta gramos por metro cuadrado hasta los trescientos cuarenta.
Por lo que podemos encontrar velas de poliéster, polietileno y material acrílico. Siendo los primeros, resistentes tanto a los rayos UV del sol, como a la intemperie, es decir, protegen de la lluvia y del sol. No se deforman, presenta resistencia a las roturas y es muy fácil de mantener. Basta con agua tibia y un jabón suave para limpiarlo. Lo malo es que tiende a producir efecto invernadero en caso de que se coloque demasiado bajo.
En cuanto a las velas de polietileno, cuentan con una malla menos tupida, por lo que deja pasar el aire aunque sigue siendo impermeable y resistente. Su ligereza hace que se reduzca la resistencia al viento y se aconseja escoger modelos, tratados para resistir a los rayos UV y las manchas.
Sobre los toldos vela de material acrílico, podemos decir que se trata de un tejido resistente e impermeable, cuyo material se tiñe para garantizar que los colores resistan al paso del tiempo. Resiste las rasgaduras y las manchas.
Formas, colores y tamaños para todos los gustos
Este tipo de barrera de protección frente al sol y la intemperie, puede encontrarse en formatos cuadrado, rectangular o triangular. Los tres cuentan con presentaciones en varios tamaños que van desde el más pequeño, hasta el modelo XXL, respondiendo a todo tipo de necesidades. Esto proporciona la opción de poder cubrir una terraza de gran tamaño con una única vela o, combinar diversos lienzos, superponiéndolos, creando un efecto singular. Para calcular la superficie total de la tela, hay que considerar el espacio mínimo de treinta centímetros que debe dejarse entre los puntos de enganche y los ángulos.
Los colores en los que se pueden encontrar las velas son por igual variados. Van desde tonos suaves para crear atmósferas envolventes, hasta colores vivos para proporcionar una atmósfera contemporánea. Aunque hay que tener en cuenta que los colores oscuros paran todos los rayos UVA y UVB, por lo que son los más recomendados en los lugares cálidos. Por otro lado, los colores claros, proporcionan una eficacia que equivale a una crema solar del factor cincuenta, lo que se considera suficiente en las regiones frescas.
Pasamos ahora a un tema importante: la sujeción y fijación de los toldos vela. Son varios los elementos de fijación necesarios para que la instalación de las velas sea adecuada. La mayoría de los cuales, son de acero inoxidable.
En primer lugar se necesitan mosquetones o grilletes, estos elementos, sirven para enganchar las velas a los anillos o ganchos. También son necesarios los tensores, utilizados para asegurar que las velas se tensen bien y queden ajustados, puesto que tienen tendencia a aflojarse con el tiempo. Los sistemas de poleas y carretes, se colocan para cambiar con mayor facilidad y rapidez, tanto la altura como la tensión de las velas, ajustándolos en cualquier momento. Con los cables, se posibilita el aumento de la distancia entre las velas y los puntos de fijación. Hay que tener precaución, ya que tienen tendencia a vibrar por efecto del viento. Por otro lado, las fijaciones de pared o grapas de fijación que, junto a los tacos específicos de cada soporte, se fijan según la forma y necesidades a las paredes planas y en ángulo. Los mástiles, pueden ser de acero, acero inoxidable o madera tratada y sirven para anclar las velas al suelo. Para fijarlo, se necesitan ganchos y tuercas.
Las recomendaciones básicas para una buena instalación y mantenimiento posterior, son sencillas de seguir:
- Hacer la instalación con una inclinación mínima del veinte por cien en los modelos impermeables, para evitar que se produzcan bolsas de agua.
- Utilizar tensores inoxidables o ganchos galvanizados y evitar así, la corrosión.
- En las zonas donde se produzca mayor ventosidad, hacer un refuerzo utilizando anclajes dobles.
- Limpiar el toldo con agua tibia y jabón neutro, evitando los chorros a presión o el uso de productos abrasivos.
Para concluir, citaremos los factores elementales que hay que tener en cuenta a la hora de elegir el toldo vela adecuado:
- Horas de sol y orientación del espacio exterior, pues no es lo mismo proteger una zona del sol directo que una terraza.
- El tipo de fijación disponible, si existen muros a los que anclar la vela o es necesario recurrir a postes.
- La exposición al viento o la lluvia, si se va a instalar en una zona con mucho viento o de lluvias esporádicas, hay que contar con un modelo que aguante este tipo de adversidades.
- El estilo del entorno y el que se quiere proporcionar, si se trata de chill out, rústico o moderno… existen velas con acabados orgánicos como el coco o, con diseños neutros o minimalistas.
- La facilidad de instalación y mantenimiento. Si vas a instalarla tú, la vas a dejar solo en verano…
Poco más podemos añadir sobre las velas para protegernos del sol y la intemperie. Ante la duda, nada mejor que recurrir a los profesionales, buscar asesoramiento personalizado y elegir la mejor opción. No se trata de algo complicado, más bien resulta sencillo y luce más que los toldos a nivel estético, sea dicho ya de paso.
Ahora ya sabemos que las velas, no solo sirven para iluminar, en según qué casos, protegen de la luz.