Algunos famosos como Catherine Zeta-Jones, Demi Lovato, Mel Gibson, Selena Gómez o Mariah Carey han decidido contar que padecen trastorno bipolar. Una patología que les lleva a cambios intensos en su estado de ánimo y también cambios en el comportamiento.
Se desconoce la causa, sin embargo,
hay algunos factores desencadenantes como el consumo de drogas psicoactivas o reacciones a algún tipo de medicamento, como antidepresivos o esteroides.
Los expertos afirman que los adultos que tienen familiares con el trastorno tienen un riesgo diez veces mayor de desarrollar la enfermedad.
Los profesionales de PROBIEN SALUD informan que los medicamentos son muy importantes para que la persona afectada pueda desarrollar su vida con normalidad, ya que el objetivo es estabilizar el ánimo para evitar los altibajos, y los cambios extremos en los niveles de actividad y de energía.
«Suele manifestarse en la etapa adulta, entre los 20 y 30 años, aunque también puede despuntar en la adolescencia o tercera edad», informa la Asociación Bipolar de Madrid.
La persona con esta enfermedad sufre un mal funcionamiento del sistema límbico, lo que repercute en el estado de ánimo, ya que puede alternar los períodos de sentirse triste o deprimido con períodos de sentirse muy feliz y activo, o malhumorado e irritable.
En la fase maníaca pueden aparecer los siguientes síntomas: vestimenta llamativa, aumento de la velocidad del pensamiento, incapacidad para permanecer quieto, disminución de la necesidad de dormir, aumento de la energía, hiperactividad, euforia, piensa en nuevos proyectos absurdos, aumento de la sociabilidad, aumento del gasto económico, jovialidad, locuacidad y aumento del impulso sexual.
En la fase depresiva los síntomas son: tristeza o estado de ánimo deprimido, problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones; falta de apetito y pérdida de peso o consumo exagerado de alimentos y aumento de peso; fatiga o desgana; sentimientos de desesperanza o culpa; pérdida del placer de realizar actividades que alguna vez disfrutaba, dificultad para conciliar el sueño y pérdida de la autoestima.
Aunque también están los episodios mixtos, según un estudio canadiense, los síntomas depresivos y maniacos se dan conjuntamente y son habituales, ya que los experimentan el 34% de los pacientes con trastorno bipolar y en el 33,8 de los afectados por trastorno bipolar II. Los síntomas son: dificultad para dormir, furia, irritabilidad, agitación, llanto y emociones intensas.
El trastorno bipolar afecta al 2% de la población y fue descrito por primera vez por Arateo de Capadocia en el siglo I d.C. En España, hay un millón de personas que padecen esta enfermedad, pero, solo un tercio está correctamente diagnosticado.
Tipos de trastornos
A continuación, te explicamos los tipos de trastornos que hay:
Bipolar I: Se diagnostica cuando una persona tiene uno o más episodios depresivos y uno o más episodios maniacos.
Bipolar II: Tiene episodios depresivos y al menos un episodio hipomaniaco, los especialistas explican que la hipomanía es un tipo de manía menos grave.
Trastorno ciclotímico: Se define por numerosos periodos de síntomas hipomaniacos y numerosos periodos de síntomas depresivos que duran al menos dos años.
Trastorno bipolar no especificado: Se define por síntomas del trastorno bipolar que no coinciden con ninguna de las tres tipos anteriores.
Trastorno bipolar en los niños
Un estudio publicado en The Journal of Psychiatry desarrollado sobre 279 niños de alto riesgo, es decir, hijos de padres con trastorno bipolar, descubrió que los trastornos del sueño y la ansiedad en la niñez pueden ser predictores importantes de esta enfermedad.
Los síntomas de los niños que desarrollaron bipolaridad (24,5%) fueron: síntomas maniacos e hipomaniacos, depresión a edades tempranas, cambios de humor, ciclotimia, características psicóticas en la depresión y ansiedad.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento consiste en la terapia farmacológica y las denominadas intervenciones psicosociales. Se llevará a cabo una combinación de cuatro terapias distintas.
La primera es un tratamiento con medicamentos, para controlar los síntomas.
Desde 1949 los expertos apuestan por los medicamentos a base de litio para el trastorno bipolar, porque pueden ayudar a estabilizar el estado de ánimo.
Aunque solo un tercio de los pacientes con esta enfermedad responde completamente al tratamiento con litio, y el resto responde solo parcialmente o nada.
Los especialistas creen que podría ser porque el medicamento tiene un rango terapéutico estrecho, de forma que por debajo de un cierto nivel de litio en la sangre, algunos pacientes con este trastorno no responde, pero si suben un poco la dosis, los pacientes pueden experimentar efectos secundarios graves.
Otra vía de actuación será la psicoterapia que sirve para paliar las consecuencias del trastorno y la tercera terapia sería el tratamiento hospitalario, pero suele ser necesario en personas que lleven a cabo comportamientos de autolesión.
La cuarta terapia tiene que ver con el estilo de vida, ya que el paciente puede conseguir una estabilidad a través de la dieta, el ejercicio regular y un sueño reparador.