Los usuarios de energía solar autoproducida destacan el ahorro energético y el cuidado del medioambiente.
Estoy barajando la posibilidad de instalar placas solares en el tejado de mi casa. Una de las primeras cosas que hice, para informarme, es buscar opiniones de usuarios por internet. En un foro sobre energía leí una que me llamó la atención: “Bajé el recibo de la luz desde el primer día.”
Los instaladores afirman que con el autoconsumo solar ahorras entre un 40 y un 60% del recibo eléctrico. No sé hasta qué punto es real o es publicidad. Sin duda, el ahorro es uno de los argumentos más poderosos para colocar placas solares en casa. Pero, ¿hasta qué punto es cierto?
La opinión del usuario me dejó intrigado. Me dio ese empujón que necesitaba para seguir investigando. Aunque esté subvencionado, colocar paneles solares en casa implica una inversión. Una instalación fotovoltaica en una vivienda familiar te sale entre 4.000 y 7.000 € de media. No es moco de pavo.
Consigues amortizar la inversión entre 7 y 9 años. Aprovechando las subvenciones y bonificaciones públicas puedes reducir ese periodo a 5 años. Digamos que es una inversión a largo plazo.
Sin embargo, el hecho de que veas tu factura de la luz reducida desde el momento en que empiezas a utilizar los paneles solares ya es un estímulo. Notas que no has tirado el dinero.
En el recibo de la luz tienes gastos fijos y gastos de consumo. El enganche a la red central y la potencia contratada es un dinero que sí o sí vas a pagar cada mes. A pesar de ello, como dice otro usuario, los días que hace sol, la electricidad en casa te sale gratis.
El ejemplo alemán.
Si hay un país en el mundo que ha apostado por el autoconsumo solar, ese es Alemania. El país germano genera 49,2 giga vatios. Y lo hace fundamentalmente con paneles solares colocados en edificios (públicos y privados) y en viviendas particulares.
En muchas ciudades alemanas encuentras edificios administrativos que son autosuficientes. Subsisten con la electricidad que generan ellos mismos. La fiebre por el autoconsumo eléctrico ha llegado hasta tal punto que hay ciudadanos que colocan placas solares en sus terrazas.
En Friburgo, una ciudad de 231.000 habitantes, situada en la Selva Negra alemana, tienes barrios enteros como Schlierberg y Vauban, donde la mayoría de los tejados están equipados con placas solares. Hasta el estadio de futbol del equipo local se abastece con energía solar autoproducida.
Alemania no es el principal productor de energía solar del mundo. Lo son China y Estados Unidos. La diferencia del país europeo respecto a estas potencias económicas, es que mientras los norteamericanos y asiáticos producen energía solar por medio de grandes parques solares, instalados en la mayoría en grandes desiertos, Alemania ha apostado por el autoconsumo y por socializar la producción de energía.
El blog Monsolar resalta que Alemania ha comenzado a almacenar el exceso de energía solar. El 41% de las instalaciones de autoconsumo están equipadas con baterías de emergencia. Unas baterías que se cargan con el excedente de energía generada y que aseguran la electricidad en los barrios y pueblos cuando no hay sol.
Es diferente a lo que se hace en España. Donde los comercializadores de electricidad te dan la opción de comprar la energía sobrante. Deduciendo la compra del recibo de la luz. En Alemania se han decantado por almacenarla.
Alemania avanza hacia el millón de instalaciones de autoconsumo solar. Un nuevo modelo en la producción y consumo de energía eléctrica.
Necesitas un estudio de proyecto.
Desde luego, las condiciones de sol que tiene Alemania son bastante inferiores a las que podemos tener cualquier país mediterráneo como España. Esto da que pensar. ¿Si este modelo está funcionando en Alemania, por qué no lo podría hacer en nuestro país?
Aparte de la voluntad política de los gobiernos alemanes por impulsar este tipo de energía, está la decisión de empresas y particulares por sumarse.
Pero montar una instalación fotovoltaica casera no es como cambiar los muebles de la cocina. No es que compras los paneles solares y los colocas en el tejado a tu aire, o que contratas a un instalador para que lo haga sin más. Como dicen los ingenieros de Elemar Ingenieros, una oficina técnica de Alicante, apasionados de la energía solar, necesitas, antes que nada, la redacción de un proyecto de instalación que garantice la viabilidad de la obra. Tanto a efectos arquitectónicos, como energéticos.
En este proyecto se evalúa el edificio y se diseña la instalación partiendo de las necesidades de los usuarios y de las características y estado del edificio. El proyecto de instalación, redactado por ingenieros, es la llave que va a permitir efectuar el resto de trámites necesarios para legalizar la infraestructura energética.
Y es que una vez el proyecto esté aprobado deberás solicitar un permiso de obra para colocar las placas solares. Es probable que necesites autorizaciones administrativas antes del inicio de la obra, concedida por el órgano competente de tu ayuntamiento y/o comunidad autónoma.
Necesitas además un permiso de conexión con la red eléctrica general, concedido por la empresa distribuidora. Y un certificado de fin de obra, expedido por un técnico, que acredite el correcto funcionamiento de la instalación fotovoltaica. Para terminar, la instalación deberá inscribirse en el Registro de la Consejería de Industria de la comunidad autónoma.
El proyecto de instalación es además necesario para poder beneficiarte de ayudas públicas.
Unas condiciones inmejorables.
Nuestro país tiene unas condiciones fabulosas para beneficiarse de la energía solar. De los 365 días que tiene un año, 300 de ellos son soleados. Provincias como Sevilla o Huelva disponen de 3.500 horas de sol al año. Algo que contrasta con Alemania, potencia en el autoconsumo solar, que solo recibe 1.652 horas de sol anuales.
En Alemania, solo pueden aprovechar 4,5 horas de sol al día para producir electricidad, mientras una ciudad como Alicante tiene una media de 10 horas diarias de sol.
Otro factor importante para instalar placas solares en casa son las ayudas públicas. En los últimos años, el gobierno español ha potenciado la colocación de estas instalaciones por medio de programas de subvenciones y bonificaciones. A día de hoy, en el 2025, la página web de Repsol afirma que tenemos varias vías para beneficiarnos de estas ayudas.
La primera de ellas es la prórroga del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia, financiado por los fondos Next Generation de la Unión Europea y que para la colocación de placas solares se ha prorrogado hasta el 2026. Estas ayudas están gestionadas por las comunidades autónomas.
La instalación de paneles solares trae consigo una bonificación en el pago del IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) que en ciertas comunidades autónomas alcanza el 50%. El I.C.I.O. (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras), regulado por la administración local, tiene una bonificación de entre un 4 y un 85% dependiendo de la ciudad en la que se resida.
Por último, el coste de la obra se puede desgravar en el I.R.P.F. entre un 20 y un 60% dependiendo del ahorro energético que implique la instalación.
Ventajas incuestionables.
Para los usuarios, las placas solares tienen beneficios irrefutables, tales como:
- Propiedad energética. Al instalar paneles solares, te conviertes en el dueño de la energía que produces. Esto te permite decidir cómo utilizarla: puedes destinarla al consumo doméstico, almacenarla para usarla más tarde o incluso vender el excedente a la red eléctrica. En definitiva, tú gestionas tu propia electricidad.
- Autoconsumo gratuito. En los días soleados, los paneles generan electricidad sin coste, lo que se traduce en un notable ahorro en la factura. Normalmente, la instalación combina dos fuentes: la red general y la solar, permitiendo aprovechar siempre la opción más eficiente y económica.
- Menor potencia contratada. Al contar con una fuente adicional de energía, puedes reducir la potencia eléctrica que pagas a la compañía. Esto supone un ahorro mensual y una mayor independencia respecto a los cambios de tarifas o a las subidas del precio de la luz.
- Instalación sencilla. Colocar los paneles solares no requiere obras complicadas. Se fijan al tejado mediante estructuras ligeras y seguras, y en pocas horas la instalación queda lista para funcionar. Es un proceso rápido, limpio y con escasas molestias.
- Control digital. Gracias a la tecnología, puedes supervisar desde tu teléfono la energía que producen los paneles y el consumo que realizas. Una aplicación conectada al sistema te muestra datos en tiempo real, lo que facilita ajustar hábitos y mejorar la eficiencia.
- Funcionamiento silencioso. A diferencia de los generadores tradicionales, los paneles solares no emiten ruido. Operan de manera discreta, sin alterar la tranquilidad del vecindario.
- Versatilidad. Los sistemas solares pueden instalarse prácticamente en cualquier tipo de edificio: viviendas unifamiliares, comunidades de vecinos, locales comerciales o naves industriales. Su adaptabilidad los convierte en una opción sostenible y rentable para todo tipo de inmuebles.
Instalar paneles solares en casa es una inversión que te generará ahorro de manera indefinida.