La fontanería es una de esas tareas especializadas que solo pueden ser llevadas a cabo por técnicos cualificados. Cualquier error puede acarrear consecuencias fatídicas. Te comentamos los trabajos de fontanería que más se suelen realizar en las reformas.
Tres son las razones fundamentales que nos llevan a acometer una reforma en nuestra casa: el deterioro natural de la vivienda, aumentar nuestro confort y adecuar la casa a nuestros gustos y necesidades. En todos ellos, los trabajos de fontanería suelen ser imprescindibles.
Como es lógico, los elementos de las casas suelen desgastarse y estropearse con el tiempo. El uso cotidiano hace que las instalaciones no funcionen como cuando se colocaron. Este desgaste, en algunos casos, puede ocasionar problemas graves de los que no somos conscientes hasta que es tarde. Como la aparición de pequeñas fugas en las cañerías de agua o de gas o la irrupción de humedades.
Aumentar la comodidad es otro de los motivos que nos llevan a plantearnos una reforma. Cada vez queremos vivir mejor. Es una aspiración comprensible. Por tanto, en cuanto tenemos la oportunidad de instalar una calefacción de agua caliente, con una caldera de gas y dejar atrás esos radiadores eléctricos, que consumen tanto y no calientan toda la casa, no nos lo pensamos dos veces.
Customizar la casa a nuestro gusto es una de las razones que suscitan cada vez más reformas, hoy en día. No solo queremos que nuestra vivienda sea cómoda. Nos gusta sentirnos identificados con ella. Si disfrutamos cocinando, por ejemplo, soñamos con esa cocina espaciosa, con una isla en el medio, donde podamos trabajar a gusto.
Para preparar este artículo hemos hablado con los fontaneros de Lopsa, una empresa de Cantabria dedicada a la venta de materiales y a la ejecución de trabajos de fontanería desde 1982. Nos han comentado que estos son los trabajos de fontanería que más se suelen realizar en la reforma de los hogares.
Cambio de sanitarios.
Este suele ser el trabajo más habitual. Cuando nos ponemos a hacer reformas en casa, aprovechamos la ocasión para cambiar los sanitarios del baño y darle una apariencia más actual.
Uno de los cambios más frecuentes es el de sustituir la bañera por el plato de ducha. Con esta acción podemos ganar unos metros valiosos en el cuarto de baño, que nos permitirá disfrutar de una superficie más espaciosa, sin el agobio de vernos con el mobiliario encima. La colocación de platos de ducha es una tendencia incuestionable. Las bañeras de antaño se han convertido en unos elementos obsoletos y aparatosos.
Apenas nos damos baños en la bañera. En su lugar, pasamos por la ducha que es mucho más rápido. Con los platos de ducha ganamos en seguridad. Evitamos accidentes domésticos como resbalones en suelo cerámico de la bañera o caídas y tropezones al entrar y salir del sanitario.
Cambiar los sanitarios del baño suele implicar realizar ajustes en la conexión con las redes de tuberías, que siempre es mejor que las efectúe un profesional, para nuestra mayor seguridad.
Tuberías y canalizaciones.
Las reformas en el hogar suelen comportar alteraciones y modificaciones en la red de tuberías de la vivienda.
Un ejemplo habitual es la sustitución de tuberías cuando nos ponemos a reformar una vivienda antigua. Esta es una tendencia normal en el mercado inmobiliario. Mucha gente compra viviendas de segunda mano y las reforma para vivir en ellas, alquilarlas o revenderlas. Cañerías que se utilizaban en el siglo pasado, como las tuberías de cobre o las de hierro galvanizado, son tóxicas y se deterioran con el tiempo. Su sustitución es necesaria para poder habitar la vivienda.
El trabajo con tuberías no se limita a las reformas en viviendas antiguas. El simple hecho de cambiar la distribución del baño o de la cocina implica, en la mayoría de los casos, una prolongación o ajuste de la red de cañerías internas, tanto para la provisión de agua, como para el desagüe.
Estamos hablando de trabajos que deben hacerse coordinados con otros profesionales relacionados con el sector de la construcción, pero que no debemos delegarlos en operarios de otra especialidad, como los peones de albañil, si no queremos arriesgarnos a sufrir sorpresas inesperadas.
Instalación del gas.
Aunque nos sorprenda, existe un 21% de las viviendas habituales en España que no tienen gas natural. Son datos proporcionados por el INE (Instituto Nacional de Estadística).
Los concesionarios de Naturgy, la antigua empresa de Gas Natural, suelen contar con comerciales que recorren los barrios de las ciudades, detectando viviendas sin gas y ofertando a sus propietarios la posibilidad de conectarse a la red, proporcionándoles un presupuesto orientativo.
Yo mismo realicé este trabajo hace unos años. Aparte de atender visitas concertadas, de usuarios que habían llamado a la compañía pidiendo información, realizaba trabajos a puerta fría, efectuando estudios sobre calefacción e instalación de gas, sin ningún compromiso, en las calles y barrios asignados por el concesionario. Las visitas concertadas no daban para cubrir una jornada laboral completa.
En una primera instalación de gas hay que efectuar una acometida. La conexión de la vivienda a la red general de gas de la ciudad. Para ello hay un precio fijado por la compañía. Luego hay que crear una instalación completa para la vivienda de la que se encarga una empresa de fontanería.
Por otro lado, los trabajos de modificación de la red de gas son habituales en las reformas de muchas viviendas que ya disponen de gas natural.
Calefacción.
El Periódico de la Energía señala que la demanda de calefacción ha crecido 2 puntos en el 2025 respecto al año anterior. La calefacción con gas natural sigue siendo la preferida por los españoles, abarcando un 50,8% de los hogares. La demanda de instalación de este tipo de calefacción ha crecido entre la franja de edad de 56 a 65 años y en los hogares familiares, en los que viven más de 2 personas.
En realidad, una calefacción de gas natural no es más que un circuito de agua calentada por una caldera de gas. El paso del agua por las tuberías que comunican la caldera y los radiadores, instalados a la vista, genera un calor uniforme y envolvente en toda la casa, difícil conseguir con otros sistemas de calefacción.
Como estamos viendo, se trata de una red de canalización de agua caliente, por lo que de su instalación se encargan fontaneros.
No podemos decir que la calefacción con gas natural sea la más sostenible que existe, hay otras alternativas como la biomasa, la geotermia o el calentamiento con placas solares que son menos contaminantes para el planeta, pero un uso responsable de la calefacción a gas mediante el empleo del termostato y de los programadores la pueden convertir en una opción bastante eficiente energéticamente.
Trabajos exteriores.
Señala un documento redactado por el Gremio de Fontaneros de la Comunidad de Madrid que la misión de estos profesionales consiste en mantener, revisar e instalar todos los sistemas de agua, gas y alcantarillado que afectan a un edificio. Esto incluye, como no, trabajos en exteriores.
Esto implica la revisión y sustitución, cuando sea necesario, de las tuberías que pasan por fuera del inmueble. Como las conexiones a la red general o el sistema de distribución de gas natural por un edificio, que suele discurrir al aire para mayor seguridad.
Los cambios en la distribución de la vivienda, como puede ser el cambio de sitio del baño o de la cocina, o la habilitación de un nuevo cuarto de baño, puede implicar trabajos como la apertura de zanjas, la creación de nuevas llaves de paso o extensión de la red de desagües, que se efectúa en exteriores, principalmente, en casas unifamiliares.
Los sistemas de drenaje y conducción de aguas pluviales de un edificio también es una tarea que corresponde a los fontaneros. Nos estamos refiriendo a los canelones que se colocan en los tejados, los bajantes y las rejillas de desagüe que se instalan en patios interiores. Una tarea que afecta tanto a viviendas unifamiliares como a edificios de propiedad horizontal.
La personalización del hogar.
Esta no es una tarea en sí de los fontaneros, pero sí una contante que se aprecia en la mayoría de reformas que se llevan a cabo en la actualidad. Los propietarios y habitantes de una vivienda nos mostramos más involucrados que en épocas pasadas en cualquier trabajo de reforma que se realice en nuestro hogar.
No significa que entendamos más de reformas que nuestros padres, probablemente sea lo contrario, ni que desconfiemos de los profesionales, pero sí somos más exigentes en cuanto al resultado final.
No solo queremos un arreglo o una reforma que funcione, sino que se aproxime lo máximo posible a la idea inicial que teníamos de cómo debería quedar la casa cuando nos planteamos la reforma. Una idea que cubre nuestras necesidades y que se ciñe a nuestro gusto estético.
Por esta razón, la comunicación fluida con el contratista, o con el fontanero, en caso de que lo contratemos directamente, es fundamental. No solo debe comprendernos, sino que su trabajo debe adaptarse a las directrices que hemos acordado con él.