Llega el verano, y con él una gran cantidad de personas se van a la playa. Yo que vivo en una ciudad con costa, siempre me ha recordado ver una playa repleta de gente, a una de esas imágenes de los documentales, en la que los animales de sangre fría se alinean ante la orilla de un riachuelo para tomar el sol.
Por suerte, hay una gran diferencia entre estos animales, porque nosotros leemos. Sí, aunque parezca mentira en pleno siglo XXI los libros son necesarios. Y menos mal, porque depender de pantallas todo el día es algo que puede provocar cansancio en la vista, además de dolores de cabeza por las luces azules de las pantallas. Aunque algunas compañías ya incorporan opciones para eliminar estas luces, lo que repercute en una mayor calidad del sueño.
Pero si algo es característico de los momentos que pasamos en la playa, es que hay que matar el tiempo de alguna manera. Muchas personas se llevan las palas y juegan en la orilla, otras se pasan el día paseando de punta a punta de la playa, y algunos otros, entre los que me incluyo, nos dedicamos a devorar páginas de libros.
Existen dos tipos de personas que leen libros, las que leen en papel, y las que se han pasado a la lectura de libros en formato electrónico, ya sea a través de Tablet o libro electrónico. La lectura de libros en formato electrónico se ha vuelto popular porque con una pequeña inversión, se pueden tener miles de libros en un dispositivo. Además, es portable y no pesa mucho.
Existen muchos elementos a favor para elegir un libro electrónico, sobre todo ahora con la llegada al mercado de español, del servicio ilimitado de libros que ha traído Amazon. Esto permite leer una gran cantidad de libros pagando solo una cuota mensual. Para algunas personas el hecho de poder tener en un dispositivo todos los libros es un hecho de peso para decidirse por éste tipo de formatos.
Qué dicen las estadísticas
Pues bien, llegados a este punto hay que atender a los datos que nos proporcionan las estadísticas. Según Statista, la previsión de ventas de libros en formato digital alcanzará, para este dos mil diecisiete, la nada despreciable cifra de doscientos un millones de euros. Esto supone once millones de euros más que el año pasado.
Esta misma estadística, prevé que, para dos mil veintiuno, que la audiencia de este sector alcance los seis millones de personas, y que la facturación alcance los treinta y cinco millones de Euros. Estas cifras son muy altas si las comparamos con las actuales, sobre todo si tenemos en cuenta que todavía el sector del libro tiene mucho fuelle. Y debe de ser así, porque el libro físico y el digital pueden existir juntos.
Aunque en lo que respecta al sector educativo merece mucho la pena conservar el libro físico de toda la vida, ya que la experiencia de aprendizaje es mucho mejor que con una pantalla, pues hay menos distracciones. Además, el uso de tanta pantalla está haciendo que escribamos cada vez menos a mano, lo que, en mi opinión, resulta contraproducente para el aprendizaje.
Existen editoriales que están haciendo un trabajo muy destacable en el sector del libro, y su adaptación al mercado está siendo “de libro”. Un ejemplo de ello es Ediciones Aljibe, una editorial nacida en Málaga en 1990 centrada en las publicaciones de temática educativa, especialmente en la atención a las Necesidades Educativas Especiales, muestra de ello es su colección de publicaciones orientadas a la mejora de la atención a la diversidad.
Para acabar voy a remarcar el hecho de que en el sector del libro, los formatos electrónico y físico tienen que convivir, por motivos educativos, y principalmente porque se debe dar opción a los lectores para elegir el formato preferido de lectura.