Hoy no me alegran los almendros del huerto. Son tu recuerdo. José Luis Borges
Hace un año ya que me trasladé de la ciudad al campo, y no os podéis imaginar lo mucho que ha cambiado mi vida. Al principio no sabía si podía llegar a arrepentirme de haber tomado esta decisión, pero el tiempo me ha demostrado que es algo que tendría que haber hecho mucho tiempo antes. Mi vida en el campo es mucho más tranquila que mi vida en la ciudad, como más sano y hago ejercicio a diario, he dejado de fumar y noto que mi capacidad pulmonar ha aumentado.
A los que definitivamente les encanta el nuevo hogar, son a mis compañeros de piso, mi perro Goku y mi gata Pirrakas, hasta parece que ahora se llevan mejor. En mi antigua casa no tenían tanto espacio para jugar o tomar el sol, ya que sólo contaba con una pequeña terraza en la que apenas cabíamos l@s tres junt@s.
He construido un huerto ecológico en el que tengo de todo, apenas voy al supermercado, únicamente a comprar arroz o pasta integral. Tengo una gran variedad de verduras y hortalizas, árboles frutales, un enorme nogal y un almendro. He aprendido a elaborar pan artesano, así como leche, queso y embutidos de origen vegetal. Es fantástico poder auto abastecerse sin tener que recurrir a los productos disponibles en la mayoría de los supermercados, con sus pesticidas, sus conservantes, sus colorantes, etc. Los sistemas de riego de mi huerto los he obtenido en la empresa Reboca, especializada en tuberías y sistemas de riego por goteo. Los controles de seguridad que sigue esta empresa desde hace casi 20 años, le permiten verificar la idoneidad de sus equipos y procesos productivos para poder entregar un producto de calidad. Sus materiales son de gran resistencia y muy fáciles de instalar.
Tengo un huerto tan hermoso que hasta l@s chic@s del pueblo, de vez en cuando, vienen a llevarse prestada alguna que otra pieza de fruta. Ya se sabe, Fruta de huerta ajena, es sobre todas buena.
Ventajas de contar con una huerta propia
Cuando trabajas tu propia huerta se produce una auténtica conexión con la naturaleza, ya que te permite observar todo el proceso, desde que plantas las semillas, hasta que la naturaleza te otorga el mejor regalo, su alimento.
Una huerta trae felicidad a toda la familia, y el trabajarla junt@s fortalece los lazos de unión entre sus miembros, a la vez que proporciona salud y alimento sin comparación.
La huerta puede convertirse también en tu mejor aliada para combatir situaciones de estrés, ansiedad, depresión y otros trastornos. De hecho existe un tipo de terapia, la terapia hortícola, que aporta unos beneficios enormes a las personas que padecen este tipo de desequilibrios. Este tipo de terapia es cada vez más actual y crece cada día que pasa.
Si dispones de una huerta en casa, podrás observar, que al igual que me ocurre a mí, tus visitas al supermercado se verán considerablemente, lo que te permitirá ahorrar dinero al mismo tiempo que ganas en salud.
Con una huerta en casa comerás fruta de temporada y ecológica, es decir, te aseguras de que las semillas utilizadas, no han sido modificadas genéticamente y que para su producción y posterior transporte, no se han empleado cantidades ingentes de agua o combustible.
Los beneficios de poseer tu propia huerta en casa son incontables, tanto para ti y para tu familia, como para la naturaleza en su conjunto.
¿Te animas a crear tu propia huerta en casa? Si dispones de espacio, no lo dudes más y lánzate a la aventura de crear y cuidar una huerta, de producir tus propios alimentos, no te arrepentirás, te lo garantizo, y tu calidad de vida se verá significativamente aumentada.
¡Qué pequeña eres, brizna de hierba! Sí, pero tengo toda la tierra a mis pies. (Rabindranath Tagore)