El consumo de cachimba, ha adquirido gran popularidad en los últimos años, porque son menos nocivas que el tabaco tradicional. También conocida como pipa de agua o sisha.
Los expertos explican que aunque la cachimba está de moda entre los jóvenes, también los adultos apuestan por ella. Los profesionales de Bloom Shisha explican que puedes fumar tabaco de varios sabores: limón, coco, mango… e incluso comprar estas sales de nicotina con aroma de piña o cereza.
Para disfrutar de esos sabores puedes comprar una cachimba en una tienda especializada. Encontrarás diferentes modelos fabricados con materiales resistentes como la resina, el vidrio o la fibra.
En 2017 el Eurobarómetro sobre actitudes de los europeos frente al tabaco y los cigarrillos electrónicos, descubrió que uno de cada tres europeos de entre 15 y 24 años ha fumado en pipa de agua en alguna ocasión.
Muchos jóvenes evitan el tabaco y prefieren la cachimba, porque es menos aditiva que el tabaco convencional.
Este artilugio está presente en muchas celebraciones, un dato sorprendente es que en 2020 se comercializaron más de 2 millones de kilos de tabaco de pipa de agua.
Antes podíamos encontrar solo dos marcas, pero en la actualidad puedes obtener más de 40. La cachimba está presente en discotecas, fiestas y bodas.
Gracias a sus diferentes sabores aporta un aroma agradable. Durante siglos, han sido utilizadas para fumar tabaco aromatizado.
El funcionamiento de la cachimba es muy fácil, además, no daña tu salud.
Ya sabemos que fumar tabaco es perjudicial para la salud del fumador, pero también afecta a los fumadores pasivos. Este hábito causa halitosis y unos dientes amarillos, sin embargo, con la sisha podrás lucir unos dientes más blancos porque la dentadura sufre un menor daño con el humo de las cachimbas.
El tabaco deja un olor desagradable en la ropa, pero el aroma que desprende la cachimba te encantará.
Tienes que saber que si fumas ligas menos. La plataforma Dua explica que los usuarios fumadores de la aplicación reciben un 53% menos de coincidencias que los no fumadores. Y las mujeres que no fuman reciben un 64% más de propuestas.
Un estudio del departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo descubrió que fumar cigarrillos afectaba a la elección de pareja para una relación informal e íntima.
Antonio Baena y Blanca Benito, psicólogos y miembros del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), informa que el consumo de tabaco ha dejado de ser glamuroso porque se ha “desnormalizado” fumar.
El hecho de que esté prohibido el consumo de tabaco en el trabajo y en los lugares de ocio también influye. “Hoy los fumadores tienen que elegir quedar con otros fumadores o separarse del grupo, abandonar la conversación, para salir a fumar”, señala Benito.
Muchas personas deciden que no quieren salir con una persona fumadora por el humo, el olor a tabaco y el mal aliento.
“No se ha dado el paso de mirar mal al fumador y, más que superioridad moral del no fumador, lo que a veces hay es sensación de inferioridad del que sabe que está tomando una droga y no lo puede controlar”, dice Baena.
En el trabajo tampoco se permite fumar. Ana Domínguez, profesora de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Sevilla indica que “hace unas décadas era aceptado y generalizado que se fumara en cualquier entorno laboral, incluida la consulta del médico o el aula de un colegio; hoy no sólo se prohíbe fumar en todos los espacios cerrados de cualquier negocio sino que se espera que las empresas contribuyan a que los empleados dejen ese hábito y vamos a empezar a ver cómo algunas restringen las nuevas contrataciones a no fumadores”.
La experta continúa explicando: “Una empresa puede rechazar contratar a alguien que fuma porque es un espacio sin humo, porque no quiere que cuando entre la clientela huela a tabaco, porque teme que desatienda sus funciones para salir a fumar o que no poder hacerlo le causará ansiedad y reducirá su productividad… Si el empleador cree que fumar puede tener consecuencias negativas tiene libertad de empresa para denegar el puesto de trabajo a esa persona”.
Además, las mujeres fumadoras tienen un mayor riesgo de sufrir un infarto. Varios estudios científicos han comprobado que este hábito causa cánceres de estómago,
colon, boca, cuello uterino, hígado, riñón, pulmón, de esófago, de laringe, garganta, vejiga, páncreas, cérvix y recto.
«Fumar causa también enfermedades del corazón, enfermedades respiratorias, apoplejía, aneurisma de la aorta, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), diabetes, osteoporosis, artritis reumatoide, degeneración macular relacionada con la edad y catarata, y empeora los síntomas de asma en adultos», informa la Asociación Española Contra el Cáncer.
Varios estudios científicos han comprobado que el tabaco empeora la capacidad reproductiva, porque a una mujer fumadora le cuesta el doble de tiempo quedarse embarazada. Además, aumenta un 40% el riesgo de sufrir problemas de erección.