El papel pintado ha vuelto a nuestras vidas decorativas. El gotelé, pasó a la historia en favor de las paredes lisas. Los acabados retro o vintage, están muy de moda en ciertos ambientes donde ver las entrañas de la vivienda, causa mas furor que estupor. Es frecuente encontrarse con paredes “mal” pintadas, que dejan ver sus ladrillos e incluso tuberías por fuera y en los techos o, emularlas con vinilos o falsas paredes. La decoración es cada vez más ecléctica y permisiva, más variada y flexible.
Nuestros amigos de Crear Sur, profesionales del sector de la reforma, nos han hablado de las tendencias de sus clientes. Nos ha sorprendido gratamente descubrir que una de las opciones de preferencia actuales es el estuco veneciano. Técnica pictórica que emula el efecto mármol aportando a las paredes y, con ello, a las viviendas un toque de distinción y elegancia como pocas pinturas confieren.
Nunca ha dejado de estar vigente. El estuco veneciano, es una de las técnicas decorativas a las que más se recurre para decorar y pintar las paredes e incluso, techos. Esta técnica, se remonta al renacimiento y permite renovar las estancias de las viviendas de forma sencilla y rápida, para que nos sintamos por momentos en esas estancias renacentistas donde primaba el lujo.
Como decimos, su acabado decorativo consigue simular a la perfección ese efecto mármol con una textura única que aporta elegancia y armonía a paredes y techos. Esta pasta de grano fino, esta compuesta principalmente por mármol pulverizado, cal apagada, yeso y pigmentos naturales, de ahí ese efecto mármol que produce sin tener que recurrir, al mármol.
Aunque se trata de una técnica muy utilizada en la actualidad, no se trata de algo novedosos. Su antigüedad se remonta al siglo XV, como ya hemos comentado y su función es la de revestir las paredes y techos, otorgándolas esos acabados suaves y brillantes, con un aspecto más sofisticado. Un valor añadido de la aplicación de esta técnica es que ofrece un refuerzo en las paredes a la vez que las impermeabiliza, de modo que impide el paso del moho y la humedad. Gracias a la versatilidad del material, pueden lograrse formas y acabados a la carta.
Algunas características
Su procedencia es veneciana, donde se originó para aportar ese acabado elegante a las paredes y techos de las viviendas. Se encuentra disponible en numerosos colores, proporciona resistencia y su textura es suave y aterciopelada. Veamos con mayor detalle, cuales son algunas de las características que hacen que el estuco veneciano, sea uno de los revestimientos decorativos que más predomina, seis siglos después de su creación.
- Resistente a la humedad y transpirabilidad. Son dos ventajas nada desdeñables que hacen del estuco un revestimiento que evita que la humedad se acumule y se condense, formando manchas y moho, reforzando e impermeabilizando las paredes y techos, algo que favorece la transpiración natural.
- Se compone de elementos naturales. Eso hace que se trate de un material que no presenta toxicidad y, además, posee propiedades antibacterianas aparte de evitar el moho.
- Fácil limpieza con un trapo húmedo. No requiere productos específicos y basta con aplicar un paño humedecido en agua para limpiar cualquier mancha que se presente.
- Excelente durabilidad que hace que sea un acabado que se mantiene en perfectas condiciones durante años.
- Alto valor decorativo que deriva de la clara demostración que hace sobre la sencillez y la elegancia. El estuco, representa como ningún otro revestimiento decorativo la elegancia, la distinción y el lujo con una sencillez propia.
Estas cualidades, hacen que el estuco veneciano, pueda ser utilizado de forma indistinta en exterior o interior. Aunque en mayor medida sus aplicaciones son en espacios interiores. Las estancias en donde más predomina la aplicación de un estucado son recibidores, salones e incluso cuartos de baño. Pero pueden recubrir perfectamente cualquiera de las estancias.
Los expertos en decoración, aconsejan hacer el estuco en una sola de las paredes de cada estancia para que goce de mayor protagonismo y el impacto visual sea mayor. Otro truco es que la aplicación del estuco sea en un tono o color más oscuro del aplicado en las otras paredes.
Decantarse por aplicar estuco en un dormitorio no es una mala idea, aunque es poco habitual, no deja de ser una técnica decorativa adaptada para cada rincón. Es más frecuente, sin embargo, su aplicación en techos, sobre todos en estancias de techos altos, donde proporciona un efecto de cercanía visual respecto al suelo, convirtiendo la estancia en acogedora y llamativa a la vez.
Como se hace y aplica el estuco veneciano
Ya sabemos que es el estuco veneciano o de pared, donde se puede utilizar y sus características más importantes, ahora toca aprender como hace el estuco veneciano para poder aplicarlo a la pared de tu salón. Bien, veamos como se realiza el estuco en paredes y techos para obtener ese efecto mármol tan atractivo y que tanto nos gusta.
Antes de empezar con la tarea, hay que asegurarse de que las paredes en las que vamos a aplicar el estuco, se encuentran en buen estado antes de proceder a la aplicación. Hay que hacer una comprobación minuciosa para ver si las paredes se encuentran en optimas condiciones: sin polvo, sin irregularidades, grietas o imperfecciones, lo que viene siendo, lisas.
Es de suponer que ya contamos con el estuco y el tinte elegido para aplicarlo en la pared, así que, tras haber revisado la superficie, mezclamos en un cubo la pasta de estuco con el tinte y removemos hasta obtener la textura y el color deseado. Cabe la opción de comprar una pintura de estuco que es una pasta lista para el uso y ya pigmentada.
Hecho esto, es la hora de aplicar la primera capa de estuco y empezar a decorar la pared o el techo con nuestro propio arte. La primera capa se aplica con llana, nada de brocha, pincel o rodillo, de manera uniforme, para que quede lo más lisa posible. Una vez hemos revestido la pared completamente, dejamos que se seque por lo menos, seis horas. Pasado ese tiempo, con una espátula lo lija, alisamos la superficie y quitamos las rebabas existentes.
Seguimos con la segunda capa de estuco sobre la misma pared o techo. El proceso, igual al anterior, en este caso, el secado debe ser de veinticuatro horas y cuando pase, en lugar de lija, se pasa un trapo para limpiar el polvo.
Con estas fases previas completadas, nos disponemos a dar una tercera y última capa de estuco. A diferencia de las anteriores, aquí se puede innovar, la aplicación se hace de manera irregular, dejando puntos estratégicos sin rellenar. Finalizado el repaso, dejamos que se seque treinta minutos.
Por último, vamos a abrillantar esa pared o techo para que tenga ese efecto mármol pretendido. Para ello, se aplica una capa de cera que va a proporcionar ese brillo y proteger el estuco. Su aplicación se hace mediante movimientos circulares.
Ya esta listo. Tu estuco veneciano ha culminado su proceso y puede ser exhibido sin problema. Ahora, conviene saber como mantener el estuco limpio y en buenas condiciones para que dure lo máximo posible o hasta que nos cansemos de ver la pared y lo cambiemos.
Para garantizar que la pared estucada se encuentre siempre lisa y brillante, es necesario recurrir a una limpieza periódica. Lo más aconsejable es utilizar productos específicos a base de cera, ya que impiden la aparición de moho en las paredes. Aun así, pueden utilizarse productos más convencionales y de los que todos disponemos en casa.
El básico de toda la vida y apto para todo: agua caliente y jabón neutro. Con una esponjita o paño limpio, se aplica el agua caliente ya mezclada con el jabón neutro, sobre la pared o techo hasta que desaparezca la mancha o el polvo. Una vez se haya limpiado completamente, solo hay que dejar que se seque la superficie y comprobar la efectividad de la limpieza.
También es recomendable aplicar cera y barnizar el estuco con una grasa o barniz especial para el caso. Hacerlo de forma uniforme por toda la superficie para evitar imperfecciones visuales. Aplicarlo utilizando guantes de lana y mediante movimientos circulares se limpia el estuco y se abrillanta la superficie.
En el caso de que te aburras de tu maravilloso estuco o sigas las tendencias de la moda decorativa y quieras cambiar a lo más in, puedes quitarlo de la siguiente manera:
- Quitar la cera o el barniz utilizando un paño húmedo con aguarrás o disolvente.
- Lijar la pared o el techo a conciencia y hasta conseguir que se abra el poro y posteriormente no hay problemas para que la pintura se agarre.
- Aplicar una imprimación para eliminar los restos y facilitar la adherencia de la nueva pintura o revestimiento, garantizando acabados de gran durabilidad.
- Volver a pintar la pared o colocar el revestimiento de elección que más te guste.
Hasta aquí este artículo sobre el estuco veneciano. Una técnica decorativa más que interesante que podemos practicar nosotros mismos sin necesidad de contratar profesionales, aunque nunca esta demás que otros, lo hagan por ti.